domingo, 16 de marzo de 2014

El uso del pinganillo triunfa en los exámenes

En los últimos años las nuevas tecnologías están triunfando entre los estudiantes como una nueva forma de copiar en los exámenes. Cada vez son más las personas que adquieren un “pinganillo”; este aparato cuesta alrededor de 200 euros y son muchas las páginas web donde se pueden adquirir. La más famosa en España es epinganillo; esta empresa posee incluso un vídeo explicativo sobre cómo funciona y se muestra segura de los resultados afirmando: “aprueba como ya lo han hecho otros clientes". Estos dispositivos son tan minúsculos que incluso algunas personas han tenido problemas para extraerlos de sus oídos, esto los hace aún más indetectables.


     Sin embargo, muchos se preguntan cómo se puede luchar contra su uso; la verdad es que no existe aún ningún método suficientemente eficaz. Ya se habló de los inhibidores de frecuencia, pero estos acarrearían problemas legales, ya que muchos de ellos son de uso exclusivo para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o requieren una certificación exclusiva. Además, estos inhibidores dejarían inservibles los mandos de los coches y desaparecería la cobertura en el entorno.

     El negocio de los pinganillos está cada vez más presente en nuestro día a día. Actualmente tienen mucha competencia, ya que incluso en webs como milanuncios.com podemos encontrar el patrocinio de estos en distintas modalidades: alquiler o compra y de diferentes empresas y personalidades.

FUENTE: www.elmundo.es

1 comentario:

  1. Este artículo me ha parecido muy interesante, e incluso me ha sorprendido. Hay que ver lo que cambian los tiempos gracias a las nuevas tecnologías. Los alumnos han pasado de pasar horas dejándose la mano escribiendo minúsculas "chuletas" (y dejándose también los ojos al leerlas) a utilizar un pinganillo casi indetectable!
    Ciertamente, yo no sabía que habían llegado hasta este extremo. Conocía el uso de móviles, grabadoras, etc, pero nunca había oído hablar de esto.
    Lo que me inquieta es de dónde pueden los niños (porque no creo que personas adultas, que las habrá, utilicen mucho este aparato para copiar en los exámenes), ya que no cualquiera dispone de 200 euros para gastarse en algo así.
    En cualquier caso, esto nos demuestra una vez más, cómo las nuevas tecnologías nos ofrecen diversas y múltiples aplicaciones, algunas de las cuales se pueden considerar moralmente incorrectas, pero a la vez curiosas. A medida que siga avanzando el sector, aparecerán aplicaciones más creativas, ya que el cerebro de muchos en cuanto a picardía, no parece tener límites.

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